Hoy se define el destino de la ley de Comunicación en la Asamblea.

Distintos medios cubren la noticia, ya esta semana se define el destino de la Ley de Comunicación, el PRE la Nueva Era ha manifestado en todos los canales su postura de NO apoyo a una ley que tenga un Concejo manejado en la mayoría de sus integrantes por gente de Patiño.

Ojo con la realidad política de la Asamblea, hay que cuidar la democracia.

Después del proceso llevado a cabo por algunos asambleistas en contra del Ministro Fiscal es importante que el país entienda realmente que es lo que está pasando en la Asamblea pero que lastimosamente los medios de comunicación se niegan en decirselo al país. Hay que partir del hecho que la autoridad nominadora del actual Ministro Fiscal, fueron precisamente los asambleistas de alianza país, en la Asamblea de Montecristi, por eso lo principal que hay que preguntarse para poder llegar a la verdad de este problema es, qué pasó en estos tres años para que los asambleistas de PAIS hayan tenido que esperar tanto tiempo en darse cuenta que el Fiscal era malo?. La respuesta es sencillita, desde antes de ser Asambleista o mejor dicho antes de posesionarme como Asambleista del pueblo ecuatoriano, denuncié públicamente que al interior de alianza país existían un grupo minúsculo de asambleistas que tenían agenda propia y respodían a otros intereses políticos que nada tenían que ver con el proyecto político por el cual el pueblo se había pronunciado mayoritariamente en las urnas, y dije también que no daría nombres porque estaba seguro que con el pasar del tiempo iban a ir quitándose la careta de uno en uno. Y es que no se necesitaba ser adivino para darse cuenta lo que venía sucediendo desde Montecristi, cuando un traidor impopular como Alberto Acosta quería desde un principio adueñarse del poder político del país y como no pudo consolidar su plan, dejó incertada a su gente para hacerlo en el momento propicio, que al parecer todavía no se les cristaliza. Es evidente que Acosta y compañía respresentan a un grupo político que jamás pudieron ganar una elección en este país y vivían frustrados criticando a los líderes como mi padre porque tenían el pecado de gozar de un amplio respaldo popular en el corazón principalmente de los más pobres de este país y para ellos esto era inaceptable pues ellos se consideraban gente selecta o elegida por algún poder superior, pues no creen en Dios aparte, y pensaban que ese tipo de líderes no tenían la preparación que ellos si poseían para gobernar este país, solo que tenían un grave problema,